¡Hola! Mi nombre es Ana
y soy una submarinista de las emociones

Toda mi vida he tenido la capacidad de escuchar a los demás, así como un profundo interés en el ser humano. En cómo nos movemos en el mundo. En esa capacidad que tenemos las personas para sobrevivir, atravesar las adversidades, sostenernos y seguir adelante, afrontando y superando las dificultades de la vida, incluso cuando el camino se complica. Y yo no soy una excepción. Sí, yo también he hecho y sigo haciendo terapia.

Este autoconocimiento me ha permitido desarrollar actitudes como la empatía, la capacidad de sostener, la escucha, la cercanía, el respeto y la aceptación. Explorar y sanar mis propias heridas ha sido esencial para desarrollarme como persona, pero también como terapeuta.

​¿Cómo voy a hablarte de emociones si no conozco las mías?

¿Cómo voy a empatizar contigo si no comprendo mis experiencias traumáticas?

¿Cómo voy a creer en tu capacidad de superación si yo no lo he descubierto antes?

​Durante más de catorce años trabajé con personas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y diversidad funcional, hasta que un día me di cuenta de que necesitaba un cambio en mi vida. Te confieso que atravesar mis miedos no fue fácil, pero finalmente tomé la decisión de emprender un nuevo camino y dedicarme a mi verdadera vocación y pasión: el acompañamiento terapéutico.

​La formación en Terapia Gestalt me abrió un nuevo horizonte y me permitió adquirir los recursos y habilidades que necesitaba para iniciar mi camino en el acompañamiento. La Gestalt me enseñó a prestar atención al aquí y al ahora, ayudando a tomar responsabilidad de la propia vida a través del "darte cuenta". Tras formarme como Terapeuta Gestalt en el CPH Bidean de Donostia, formé parte de su equipo como coordinadora de formación, donde acompañé a un grupo de personas en su propio recorrido.

​La inquietud por seguir aprendiendo me llevó un paso más allá y fue entonces cuando me encontré con el Instituto Carl Rogers de Barcelona, donde cursé el Máster de Terapia Integradora individual y grupal. Este enfoque integrador realmente amplió mi mirada y enriqueció mi forma de acompañar, al permitirme integrar diferentes perspectivas y herramientas. Además, su base humanista me enseñó a acompañar desde la empatía, la aceptación y la autenticidad, poniendo siempre la atención en la experiencia de cada persona y en cómo sostenerla de manera consciente, cercana y respetuosa.

​Considero que la vida es un aprendizaje continuo, por eso seguí profundizando hasta encontrar un modelo que resonó profundamente conmigo: la Terapia Sensoriomotriz, un enfoque integral para la intervención en trauma y apego, creado por Pat Ogden y ofrecido por el Sensorimotor Psychotherapy Institute (SPI)©. Este enfoque reconoce la dificultad de reconectar con el cuerpo tras el trauma y permite trabajar las heridas relacionales y del desarrollo. Tras completar el Nivel I y II, actualmente formo parte del equipo del SPI como asistente, acompañando a nuevas promociones de profesionales en su proceso formativo. Este rol me permite seguir creciendo, compartir lo que a mí me ha transformado y sostener espacios de aprendizaje cálidos y humanos.

Mi propósito es aportar a la sociedad mi humanidad, el amor, acompañando en el crecimiento y el bienestar de las personas hasta que puedan desplegar su propia fuerza. Por ello, he creado un lugar solo para ti: donde puedas soltar, expresar y ser quien realmente eres. Un espacio libre y seguro, lleno de comprensión, acompañamiento y escucha: donde cada palabra, cada silencio y cada gesto están para sostenerte; donde eres tú quien realmente importa, y donde puedes empezar a caminar hacia tu conexión, autenticidad y transformación.

Da el primer paso hacia tu bienestar y transformación

Escuchar para comprender,

no para responder

Carl Rogers